Un nuevo tratamiento para la diabetes tipo 2 todavía en investigación va a probarse en un ensayo clínico en humanos para ver si se convierte a su vez en el primer fármaco del mundo que logra retrasar la progresión de la enfermedad de Parkinson tras los efectos positivos que ha demostrado en laboratorio.
La revista ‘Science Translational Medicine’ ha publicado datos de un estudio que demuestra que el compuesto ‘MSDC-0160’, desarrollado por Metabolic Solutions Development Company (MSDC), logra preservar la función cerebral, algo clave ya que hasta ahora los tratamientos contra esta enfermedad neurodegenerativa se han centrado en el abordaje de sus síntomas.
“Esperamos que este sea un momento decisivo para millones de personas que viven con la enfermedad de Parkinson”, ha reconocido el director del Centro de Investigación Van Andel para Ciencias Neurodegenerativas, Patrik Brundin, autor principal de este trabajo. De hecho, su centro y MSDC están cerrando aspectos legales y buscan financiación para iniciar un ensayo clínico en humanos a lo largo de 2017.
El compuesto ha demostrado su potencial para tratar la enfermedad subyacente y ralentizar su progresión, lo que podría mejorar la calidad de vida y prevenir la aparición de caídas y el declive cognitivo que sufren estos pacientes. Asimismo, también puede reducir o retrasar la necesidad de medicamentos que pueden tener efectos secundarios debilitantes.
La novedad del ‘MSDC-0160’ está en una revelación reciente de que el Parkinson puede originarse, al menos parcialmente, en el metabolismo energético del organismo. El nuevo fármaco parece regular la función mitocondrial en las células cerebrales y restaurar la capacidad de las células para convertir los nutrientes básicos en energía.
Como consecuencia, la capacidad de las células para manejar las proteínas potencialmente dañinas se normaliza, lo que conduce a una reducción de la inflamación y a una menor mortalidad de las células nerviosas.
El cofundador de The Cure Parkinson’s Trust, Tom Isaacs, que vive con Parkinson desde hace 22 años, dice que el compuesto ‘MSDC-0160’ representa uno de los tratamientos más prometedores que ha visto hasta la fecha, después de evaluar más de 120 posibles tratamientos en todo este tiempo.
“Ofrece la perspectiva genuina de ser un gran avance que podría tener un impacto significativo y permanente en la vida de las personas en un futuro próximo”, dice Isaacs, que trabaja “sin descanso” por acelerar los estudios en humanos.