Investigaciones demuestran que la diabetes puede producir infarto al miocardio
Durante décadas, se ha demostrado que la diabetes tipo 2 desencadena en los pacientes un aumento significativo de la hipertensión arterial o elevación de la presión sanguínea, causante, entre otros factores, de la angina de pecho o el infarto al corazón.
La comunidad médica reconoce que este padecimiento tiene una carga genética comprobada y está estrechamente relacionado con la obesidad. Sin embargo, un diagnóstico de Diabetes Mellitus puede complicarse aún más cuando el paciente incumple con el tratamiento o subestima las complicaciones de su enfermedad. Esto puede desencadenar graves consecuencias, como ceguera, amputación de miembros inferiores, insuficiencia renal o incluso cardiopatías isquémicas.
¿Qué es la diabetes y cómo prevenirla?
La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo no utiliza adecuadamente la glucosa, la principal fuente de energía obtenida de los alimentos. En las personas con diabetes, la insulina —una hormona esencial para metabolizar la glucosa— es insuficiente o no funciona correctamente.
Existen dos tipos principales de diabetes:
- Tipo 1: El sistema inmune ataca al páncreas y destruye las células que producen insulina.
- Tipo 2: El páncreas sigue produciendo insulina, pero el cuerpo no la utiliza de manera adecuada.
Aunque no se puede prevenir la diabetes tipo 1, investigaciones sugieren que factores como evitar la introducción temprana de alimentos sólidos y el mantenimiento de una dieta saludable podrían reducir el riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2.
Estrategias para prevenir la diabetes tipo 2:
- Adoptar una dieta equilibrada rica en cereales integrales, frutas, verduras y proteínas magras.
- Reducir el consumo de bebidas azucaradas y alimentos procesados.
- Mantenerse activo físicamente y limitar el tiempo dedicado a actividades sedentarias.
La diabetes y sus complicaciones cardiovasculares
Especialistas coinciden en que la diabetes aumenta significativamente el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, como el infarto al miocardio y el accidente cerebrovascular. Estudios epidemiológicos han señalado que las mujeres con diabetes son particularmente vulnerables a estas complicaciones.
Los pacientes diabéticos deben controlar no solo sus niveles de glucosa, sino también su presión arterial, colesterol y peso corporal. Estos factores, junto al tabaquismo, son marcadores de alto riesgo que agravan las consecuencias de la diabetes.
Conclusión
El control adecuado de la diabetes no solo mejora la calidad de vida de quienes la padecen, sino que también reduce el riesgo de complicaciones graves. Adoptar un estilo de vida saludable y seguir las indicaciones médicas es esencial para prevenir y combatir los efectos adversos de esta enfermedad.
Fuente: Noticias24.com