Mi vida antes de someterme a la cirugía era una mentira, me mentía todos los días diciéndome: ¡Estás bien!, cuando no lo estaba, ya no es el aspecto físico, si no, de salud. Cuando comencé a tener problemas graves de verdad y vi que mi vida comenzaba a estar en peligro no sabía cómo ni a quién pedir ayuda. Hasta que conocí a estas maravillosas personas como son Maria Jose y el Dr. Ferrer.
Me trataron con cariño, casi como si fuera familia, fueron claros y concisos sobre mi estado y lo más importante para mi, nunca juzgando ni haciéndote sentir mal. Porque la obesidad es una enfermedad, y nosotros mismos no somos conscientes de hasta qué punto puede ser peligrosa.
A día de hoy, han pasado 2 años y me mantengo en un peso estable, he aprendido a quererme, valorarme y a luchar por mis sueños, cosa que antes hubiese sido imposible…
Y lo más importante, estoy sana, hago deporte sin ahogarme, no me duelen las rodillas ni la espalda, mi asma casi ha desaparecido y lo más importante, mi corazón y mis pulmones son libres, tienen espacio para trabajar y no cargan con tanta presión que conlleva la obesidad. Mil gracias a estos maravillosos especialistas, porque no sólo es una cirugía, no es sólo un cambio de vida, ellos te dan la vida y nosotros debemos apreciarla.